Nuestra recomendación es moverse lo menos posible durante la sesión y aprovechar para descansar, pero eso no significa que tengas que estar como una momia. Si tienes que mover alguna zona donde tienes las agujas es importante hacerlo con cuidado y lo mínimo posible pero tampoco es un problema.
Puede pasa que el acupuntor te pregunte si puedes mover algunas zonas del cuerpo, especialmente donde tengas problemas, con las agujas puestas, para comprobar si la movilidad aumenta o el dolor continua en el mismo grado o en la misma zona.
Un ejemplo: Miguel tiene un problema en la zona lumbar derecha, trabaja de camarero y esto no le permite flexionar el tronco sin dolor, y le molesta al estar de pie y al caminar. Colocamos cuatro agujas en su mano izquierda y le pedimos que camine y flexione el tronco para comprobar si el dolor continua en el mismo grado y en la misma zona, después se sienta en el sillón y descansa con las agujas.
Esto nos permite interactuar con el dolor desde la primera sesión y ayuda al cuerpo de Miguel a movilizar sangre y fluidos a la zona afectada mejorando el efecto de la sesión.